Después de todo un verano sin escribir y recién llegado de mis veinte y preciados días en Londres, de los que ya actualizaré, llegan a mis oídos y a mis ojos (la magia de la TV…) noticias que sin duda me han dado mucho que pensar.Es en el diario digital El público, donde he recavado la información en cifras de lo que han sido las diferentes manifestaciones en contra de la política de nuestro amigo Sarkozy.
Pues sí, él expulsa a los gitanos rumanos y a otros inmigrantes de su país, del país del que es presidente... Perdón.
Desde el nacimiento de la Tierra, del planeta en el que vivimos (que no nuestro), los seres humanos hemos intentado apropiarnos de muchas cosas que no nos pertenecen. En primer lugar creemos que el planeta Tierra está aquí para usarlo a nuestro antojo: explotamos todos sus recursos y a cambio ofrecemos contaminación, deforestación, acabamos con especies enteras de animales… etc. Este pensamiento está muy pero que muy arraigado en casi todos los seres humanos, y con más hincapié en los humanos que vivimos en sociedades más desarrolladas (tecnológicamente hablando, porque ideológicamente yo creo que no, sino no estaría escribiendo este post).
Lo cierto es que creemos que es nuestro todo lo que vemos, por esta razón creímos que podíamos delimitar el planeta Tierra a nuestro antojo, y así lo hicimos.
Estas delimitaciones creadas por la codicia y el egoísmo, a la historia me remito, son llamadas fronteras. Estas fronteras han sido las principales causas de numerosas guerras. Y lo seguirán siendo.
Actuaciones como la de este hombre, Sarkozy, me hacen ver que no hemos aprendido nada en absoluto. ¿Quién es él para determinar dónde deben vivir las personas?, ¿porqué tengo yo derecho a irme a estudiar y/o trabajar a Londres pero un marroquí no lo tiene en España? O un gitano rumano en Francia… Hasta que no comprendamos que la Tierra es de todos y cada uno de nosotros y que no es de nadie a la vez, no podremos vivir en paz y armonía los unos con los otros.
El colmo de los colmos y cosa en la que no voy ni a tan si quiera ahondar es que nuestro querido presidente de Francia echa a estas personas del país además porque las culpa de la delincuencia… Para troncharse de risa. Ahora va a resultar que no hay franceses delincuentes.
Nos empeñamos en hacer apropiarnos de cosas que no son nuestras y en juzgar a personas por cosas que no son, por puro egoísmo, miedo y afán de riqueza económica.
Desde aquí mi apoyo a todas las personas que están siendo discriminadas y en este caso, al colectivo inmigrante y gitano.
Que la libertad, la igualdad y la fraternidad, lema de lo que hoy es Francia, no mueran.
Manuel Torralbo Moreno.
Por supuesto, antes que nada, dar mi apoyo a todas estas personas. Porque sí, aunque a este "señor" parezca que se le ha olvidado, son personas, sí, seres vivos, de esos que sienten y todas esas cosas tan curiosas... pero claro como él parece que siente poco y que su empatía está bajo 0, se creerá que todo el mundo es como él…
ResponderEliminarIndignante sin lugar a dudas, es un ejemplo de como la codicia, el mal uso del poder y la falta de respeto acaban con la tan preciada, al menos para mi, LIBERTAD.
Nos creemos con derecho a decidir sobre un terreno. Nos creemos los reyes de la Tierra y no nos damos cuenta, tal y como bien has dicho, que la Tierra es un bien prestado de todos, y cuando digo de todos no me refiero sólo a los humanos, los cuales la destruimos sin miramiento, siendo la espacie menos productiva para ella, sino a todos los seres vivos.
Las fronteras nos limitan y nos separan. Curiosamente la hemos creado nosotros mismos. No entiendo el porqué de la segregación. Somos negros, blancos, peruanos, españoles, gitanos, payos… pero ante todo seres vivos, seres vivos diversos.
No entiendo el problema de la diversidad. No entiendo el motivo de las segregaciones y las discriminaciones, nunca lo he entendido y, espero, nunca llegaré a entenderlo. Al igual que espero que nunca dejen de ponerse mis vellos de punta al leer noticias como ésta, porque entonces habré perdido toda la humanidad, la tan valorada humanidad…
Humanidad de la que, por cierto, parece carecer este Don Presidente de la República (en mayúsculas, ¿en? que para eso es presidente… XD).
Sin más concluir con esta frase: Señores que reine la empatía, el respeto, el no basar nuestras actitudes en prejuicios, el no dejar que el estereotipo eclipse a la persona y, como no, la LIBERTAD.
¡Desde estas líneas mando MI APOYO A TODAS LAS PERSONAS QUE SUFREN INJUSTICIAS!