miércoles, 21 de octubre de 2009

QUÉ SUERTE QUE HAY CONEJÍLOPES AQUÍ.

“Subes y bajas, la vida es así,
qué suerte que hay conejílopes aquí”.


Y así es como termina el corto del que os hablaré hoy, Saltando, proyectado en los cines antes de la película Los Increíbles, ambas producciones de Pixar, en 2004.
Fue visto en clase el día 6 de Octubre, aunque un pequeño incidente óptico no me permitió verlo como hubiese querido. Se me olvidaron las gafas. Pero gracias a Youtube, he podido verlo con más tranquilidad y poder sacar, si cabe, muchos más aspectos que me llamaron la atención de dicho corto.

En primer lugar, decir que en líneas generales el corto trata sobre un cordero, que vive felizmente. Está integrado perfectamente en su medio social y es aceptado por todos los componentes de su entorno: dos peces, una serpiente, seis topos y un búho. Está adaptado socialmente, es más, lo siguen y es algo así como un punto de referencia para todos ellos.
La vida del cordero da un giro radical cuando un día una persona aparece dentro de su entorno y lo esquila. Este hecho cambia su estado anímico así como su relación con los demás. Todos se burlan de él por ser diferente ahora, peor, a su juicio.
Vemos entonces como el cordero pasa por una situación de marginación en el entorno que le rodea, además de no aceptarse a sí mismo en este momento. Esto provoca malestar y tristeza en nuestro protagonista.

Es ahora cuando hace aparición el llamado conejílope. Este extraño personaje llega al hogar del cordero y se percata de su malestar. Nuestro protagonista le cuenta entonces todo lo que le había pasado, cómo había influido el hecho de estar esquilado en que se burlasen de él, y su sentimiento de inferioridad que ese hecho había creado. El conejílope le hace ver que no es malo ser diferente y que no pasa nada porque ya no tenga pelo, él sigue siendo el mismo.
Es entonces cuando el conejílope insta al cordero a saltar, para canalizar su malestar y como vía para la superación de los problemas y poder, a su vez, divertirse superándolos. Esto servirá para volver a integrar al cordero en su entorno próximo, que al ver su entusiasmo, se termina uniendo a él. Ahora el cordero se encuentra de nuevo adaptado socialmente, tras pasar por un tiempo de desadaptación.

Por un lado, me llama la atención, cómo se establece en el corto un símil entre la acción de saltar con la superación de los problemas, el subir hacia arriba y el optimismo: “vas a saltar y el cielo tocar, con sólo intentarlo lo puedes lograr…” son algunas de las palabras con las que el conejílope anima a nuestro protagonista, de ahí el símil del salto con la superación.

Por otro lado, además, me ha llamado mucho la atención el hecho de que el entorno físico de nuestro protagonista, el cordero, cambie según su estado anímico. Así, cuando él esta contento, el cielo es azul y brilla el sol, pero cuando él está triste, el cielo se nubla y llueve. Podemos apreciar también que el hilo musical cambia para dar énfasis a los diferentes estados del cordero. Vemos que a su vez, cuando el conejílope aparece por primera vez en escena, viene rodeado de una luz que alumbrará el entorno en el que el cordero se encuentra tras ser esquilado, luz de esperanza.

Es por ello por lo que creemos que el conejílope puede actuar aquí como símbolo del profesional de la educación social, o como un simple amigo que da un consejo para que el cordero se sienta mejor. La cuestión, sea lo que fuere, es que el cordero vuelve a estar integrado en su entorno y adaptado socialmente y, sobre todo, que vuelve a ser feliz y a estar contento consigo mismo.

Manuel Torralbo Moreno.

1 comentario:

  1. Manu, empezaste con mucha fuerza, pero te has desinflado. No puedo aportar nada nuevo a tu Blog porque no se ha movido. Hemos hecho algunas actividades en clase además de los dos seminarios y no hay nada todavía. El tiempo no es importante siempre y cuando seas capaz de actualizar los contenidos y tengas hechas las actividades en su momento. Como digo, las fechas no son especialmente importantes para mí. Imagino que estarás como casi todo el mundo enfrascado en otras cosas, pero no lo dejes ¿vale?

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